El día de la vergüenza.

Hoy  es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y, como en otras efemérides similares no puedo dejar de preguntarme si la conmemoración de este tipo de jornadas es algo meramente estético o realmente sirve para concienciar sobre esta enfermedad social. Porque no nos engañemos: con 44 víctimas de violencia machista en lo que va de año, parece que hay pocas razones para ser optimistas en cuanto a avances en la erradicación del maltrato a la mujer y, por tanto, estamos aún lejos de la igualdad.

Es triste echarle un vistazo a las estadísticas facilitadas por el Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades y comprobar la cantidad de denuncias que se han realizado por violencia de género desde 2007: estamos hablando de una media de 130.000 mujeres que al, año, se atreven a dar el paso de denunciar a su agresor. A esta escalofriante cifra hay que sumar todas aquellas mujeres que por miedo, falta de apoyo o de recursos son torturadas día a día por su pareja, mayoritariamente hombres, que manipulan a sus víctimas y las someten a su merced.

Se equivocan los políticos en plantear funerales de Estado para las víctimas: hay que atajar el problema de raíz, no actuar cuando el maltrato ha llegado a sus últimas consecuencias. Es necesario que desde la escuela se fomente la igualdad y se resalte el valor de hombres y mujeres sin sobresalir el uno por encima del otro, subrayando lo que los une y no lo que los separa. Es necesario que los medios de comunicación dejen de transmitir la imagen de que las mujeres son meros objetos sexuales, señalando con más ahínco su capacidad como líderes, profesionales, mujeres que no necesitan la tutela de nadie para realizarse sin  complejos. Es necesario que desde el hogar se establezca una igualdad real, que conlleve la implicación de todos los miembros de la familia en todas las tareas del hogar, no que éstas recaiga siempre en la madre, la hija, la abuela. Es necesario, en definitiva, que la ciudadanía deje de mirar hacia otro lado y se acuerde sólo del maltrato a la mujer cuando se celebren este tipo de efemérides: desgraciadamente la violencia machista se da todos los días y hasta que no nos impliquemos todos  nos veremos condenados a recordar cada 25 de noviembre nuestro fracaso como sociedad.

@Emilyrium