16 diciembre, 2014

Pon un "pitch" en tu vida.

Durante la tarde - noche del jueves 11 de diciembre sucedió algo increíble en pleno casco histórico de La Laguna: una especie de agujero de gusano se abrió en la sede de la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife y conectó dos siglos tan distantes entre sí como son el XVIII  y el XXI, a través de un novedoso formato de difusión de ideas y convergencia de proyectos llamado Pitching Time. Y digo que conectó pasado y presente porque ya la RSEAPT se había figurado hace más de 300 años como institución innovadora e impulsora del cambio y, a través de este evento señala esa vocación, sirviendo como escenario para la expresión de las propuestas más novedosas que se están gestando en nuestro entorno y que quizás ingoraríamos si no se dieran este tipo de iniciativas.



De Antoñitos y Antoñitas.

Cuando una asiste a una charla que lleva por título “Competitividad, personas y cambio. Gestión por la confianza”, en un marco tan sobrio como es la sede central de Caja Canarias, espera un moderado discurso con unas pautas sencillas de cumplir que normalmente llueven sobre mojado. Lo que uno no se imagina es recibir un aluvión de palabras, motivación y energía por parte del conferenciante elegido, que no sólo es capaz de darle un revolcón a todos nuestros esquemas vitales, sino hacernos bailar sin complejos con nuestras inseguridades. El prestidigitador capaz de realizar tal truco de magia no fue otro que José María Gasalla, autodenominado en su página web como “generador de alegría y cohesión”, que logró que en la tarde del 26 de noviembre se produjera una singular comunión entre todos los asistentes al acto, no sólo gracias a la inoculación de optimismo generalizada sino, sobre todo, a la trasmisión de sus conocimientos, experiencia y sabiduría, que logró traspasar cualquier sospecha de escepticismo que pudiéramos tener ante la ambigüedad del nombre elegido para la conferencia.


El día de la vergüenza.

Hoy  es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer y, como en otras efemérides similares no puedo dejar de preguntarme si la conmemoración de este tipo de jornadas es algo meramente estético o realmente sirve para concienciar sobre esta enfermedad social. Porque no nos engañemos: con 44 víctimas de violencia machista en lo que va de año, parece que hay pocas razones para ser optimistas en cuanto a avances en la erradicación del maltrato a la mujer y, por tanto, estamos aún lejos de la igualdad.